CLASES DE TANGO

Bailar tango es una experiencia única e irrepetible. Una búsqueda y un movimiento constante. Hace 15 años que apuesto a transmitir apasionadamente el lenguaje del tango primero en Argentina, y más tarde en Europa y Latinoamérica. Somos como bailamos y bailamos como somos. El proceso de aprendizaje es un camino de autodescubrimiento. Bailar es mucho más que aprender una secuencia de movimientos, implica ponerse en contacto con nosotros mismos, descubrir nuestro sentir, aquello que deseamos expresar para luego comunicarlo en un lenguaje universal a través del tango.

A lo largo de los años encontré en el tango la herramienta más poderosa de autotransformación y expresividad. Nos ayuda a ponernos en contacto con el cuerpo, con las emociones y con los obstáculos que nos impiden avanzar. Eleva altamente la autoestima, reduce el estrés y nos transforma en seres más amorosos. El proceso de una clase de tango implica un acompañamiento en el cual, mediante herramientas técnicas, se experimenta una profunda transformación, flexibilizando nuestros límites, lo que da como resultado nuestra danza.

En cada clase, abordaremos cuatro aspectos del lenguaje del tango: Técnica, Estructura, Conexión y Musicalidad. Cada uno de ellos involucra a los otros, lo que cambia es el foco. Asociamos a la Técnica con el elemento Fuego: el inicio, la acción. La Estructura con el elemento Tierra: el suelo en el que nos desplazamos, la gramática del lenguaje. La Conexión con el elemento Aire: el arquetipo de la comunicación, la palabra. La Musicalidad con el Elemento Agua: las emociones, el océano dónde todo se disuelve.

¿Cómo encarar este camino?

A través de:

Quiero música maestro, que esta noche estoy de tangos.

Homero Expósito
 
 
 
 
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